by El vestido y su evolución (parte I)
[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”5024″ img_size=”full” css=”.vc_custom_1678411298625{margin-bottom: 30px !important;}”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_row_inner css=”.vc_custom_1623161673949{margin-top: 30px !important;}”][vc_column_inner width=”1/3″][vc_column_text][/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css=”.vc_custom_1623140995450{margin-top: 30px !important;margin-bottom: 50px !important;}”]Vestido , denominación que se refiere a aquella prenda que usa el ser humano para cubrir su cuerpo. También el término se refiere a esa única pieza holgada o ceñida usada por las mujeres.
Esta prenda tan apreciada, actualmente por la mujer de ayer, de hoy y por qué no, de siempre, ha tenido una evolución interesante que no solo ha estado sujetada a la feminidad sino también a la masculinidad.
Y, a ello se refirió quien fuera el historiador del arte y especialista en la historia de la moda, James Laver: “La división de la indumentaria basada en el sexo no se confirma, los griegos y los romanos llevaban túnicas o lo que es lo mismo, faldas.” [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”5022″ img_size=”full” css=”.vc_custom_1678411332138{margin-bottom: 30px !important;}”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=”.vc_custom_1623141071113{margin-top: 30px !important;margin-bottom: 30px !important;}”]El vestido (refiriéndonos al término femenino como única pieza) es una de las prendas más antiguas del mundo, su realización se remonta en la prehistoria cuando los hombres primitivos usaban la piel de los animales que cazaban, con el objetivo de cubrirse del frío.
En este aspecto, para que la piel de los animales lograra ser efectiva, los hombres primitivos la moldeaban de una manera eficaz.
“La corteza de ciertos árboles, sobre todo del roble y del sauce, contiene ácido tánico que se obtiene por un proceso de maceración de la corteza en el agua, sumergiendo la piel en esta solución durante un buen rato.
Las pieles, gracias al baño, se hacen definitivamente flexibles e impermeables. A estas pieles ya preparadas se les podía cortar y dar forma; llegando así a uno de los grandes avances tecnológicos de la historia de la humanidad.”
Escribió James Laver, en su libro “Breve historia del traje y la Moda”.[/vc_column_text][vc_single_image image=”5023″ img_size=”full” css=”.vc_custom_1678411412376{margin-bottom: 30px !important;}”][vc_column_text css=”.vc_custom_1620300737932{margin-top: 30px !important;margin-bottom: 30px !important;}”]
El vestir similar
No sólo al hombre primitivo le concierne la indumentaria de una sola pieza hace más de 4.000 años… luego, los hombres y mujeres de la antigua Grecia vestían con un chitón, era la denominación dada a una túnica… James, especialista en la historia de la moda, refería: “La de los hombres llegaba hasta las rodillas y la de las mujeres hasta los tobillos. Sin embargo, los hombres también utilizaban a veces un chitón largo. El chitón se sujetaba en los hombros por medio de alfileres o broches y generalmente se ceñía a la cintura con un cinturón o cordón.”
Este tipo de vestimenta, usada por las mujeres y hombres griegos, en definitiva sella al vestido como la prenda originaria y por ello más predominante de la historia del fashion en el planeta.
El emprendimiento de muchos diseñadores hacia nuevos estilos de vestidos para la mujer de hoy, es gracias al estudio que, por consecuencia, les inspira a crear y traer al presente diseños similares que, se remontan a siglos de nuestros antepasados.
La frase de autor desconocido pero, repetida por muchos: “La historia nos permite comprender nuestro presente”, nos lleva a valorar ya dar respuesta de los por qué y para qué de las prendas que seleccionamos conscientemente a la hora de vestirnos. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
